Oro. – El metal místico.

 El oro es para muchos un metal mitológico. Su poder consiste en que conserva el valor más de 6000 años. Ningún metal ha representado tanto valor durante tanto tiempo. El oro es incomparable. Se trata del elemento químico con la abreviatura Au (=Aurum) que procede del latín. Aurum significa “brillante amanecer”. En la serie de artículos descubriréis muchos aspectos importantes sobre este metal amarillo. Vamos a mostraros la problemática fundamental de este metal precioso y los misterios que hay alrededor de su negociación. Vamos a mostrar todos los aspectos importantes que hay alrededor del oro y ofrecer una información para saber cómo ganar dinero con este metal místico. Pero para empezar contaremos algo sobre la relación que ha tenido el ser humano con el oro a lo largo de la historia.

EL PRINCIPIO DE LA EDAD DEL ORO.    

     El oro fue el primer metal que llamó la atención del hombre, ya que es uno de los pocos que se encuentra en la naturaleza en un estado relativamente puro y resiste la acción del fuego sin ennegrecerse o experimentar ningún tipo de daño. En la época del neolítico, el hombre utilizaba el hacha de piedra, la domesticación del perro, el cultivo de cereales, vivió principalmente de la caza y al final de esta época comenzó a sustituir la piedra por el metal: no se sabe cómo el hombre llegó a este resultado; pero es probable que recogiera primeramente los metales puros que aparecían en la superficie de la tierra. El oro, la plata y el cobre. El oro está asociado a las civilizaciones orientales, donde algunas naciones escalaron a las cimas más altas de poder. Un gran ejemplo es Egipto, a finales del paleolítico, seis milenios antes de nuestra era, el oro ya desempeñó en esta civilización un rol muy importante. Es el principio de la edad del oro.    

     El oro de Egipto provenía de la ciudad de Abydos en la zona del Alto Egipto, pero estos yacimientos fueron agotados muy rápidamente, así que la mayor parte del oro egipcio provenía de las minas del Sinaí y Nubia (Súdan actual). El oro se importaba también del país mítico de Punt (la costa de África oriental). Al mismo tiempo surgen civilizaciones más al Este, en la antigua Mesopotamia. En la tierra mesopotámica entre el Éufrates y el Tigris no abundaba el metal amarillo, así que los soberanos llevaban el oro de la montaña de Zagros (Irán), de Elam (Irán) y del valle del río Indus. Los sumerios desarrollaron técnicas de repujado y estañadura con el oro. Los artistas de la zona mesopotámica sabían repujar las hojas de oro con un espesor de una milésima de milímetro e incluso se especula que usaban pilas galvanicas para dorar otros metales.

     En las civilizaciones antiguas del Medio Oriente, el oro servía como medio de intercambio. Los viejos sumerios calculaban el precio de casi todo en oro, plata y trigo. En Babilonia se utilizaba sobre todo el cobre y la plata, el oro era demasiado raro y caro para servir como medio de intercambio en la vida diaria.

     En Mesopotamia ya existía una relación entre el valor de la plata y el oro. Oscilaba desde 1/6 hasta 1/15. En cambio en Egipto el precio de la plata se acercaba al precio del oro. Durante la supremacía de los Hicsos (1500 a.C.) ocurrió una situación inusual, ya que el precio de la plata fue mayor que el precio del oro.

ANTIGŰEDAD Y MEDIOEVO.

Imagen 2. Unas de las primeras monedas de oro del siglo VI a.C. En las primeras monedas no se utilizaban imágenes en el anverso y el reverso. Las primeras imágenes que se utilizaron en la acuñación representaban animales.  

     En Grecia se encontraron grandes tesoros de oro (en Micenas y Troya). Un recurso muy importante del oro griego fue la Cólquida que se encontraba en el territorio de la actual Georgia, en la costa del Mar Negro. Las primeras monedas de oro las encontramos en Lidia. Las primeras monedas acuñadas con carácter oficial fueron acuñadas en Lidia, (hoy Turquía), un pueblo de Asia Menor, aproximadamente entre los años 680 y 560 a. C. Fue probablemente durante el reinado de Ardis de Lidia cuando los lidios empezaron a acuñar monedas, aunque algunos numismáticos han propuesto fechas anteriores o posteriores, como el reinado de Giges de Lidia o el de Creso "El Opulento". Estas acuñaciones llevan como símbolo heráldico un león representando a la Dinastía Mermnada a la cual pertenecían los reyes. Lidia fue un reino de oro. Su capital Sardes fue denominada como la ciudad de oro. Otro reino no lejos de Lidia se llamaba Frigia y su rey mitológico Midas es conocido a lo largo de la antigüedad por su amor al oro. Según la mitología obtuvo un “don” que fue en la realidad la peor maldición: Todo lo que tocaba se convertía en oro. La acuñación de monedas se difundió también en Grecia. Las primeras monedas griegas se acuñaban en Asia Menor, en Ionia. Una gran parte del oro griego procedía también de Lidia. El oráculo de Delfos recibió mucho oro de Lidia como “donaciones”.

     En los comienzos del Imperio Romano, los romanos no disponían de mucho oro. Hubo leyes “contra el lujo” – Se prohibió enterrar el oro con los difuntos, las joyas de oro macizo indignaban a la población común. Sin embargo, los etruscos sabían utilizar el oro tal como se ha utilizado hasta la fecha – en odontología.

     Roma trataba de conseguir más oro y conseguir nuevos recursos. Los yacimientos importantes se encontraban en la antigua Hispania. Hispania fue un territorio muy abundante en oro. Sobre todo en un lugar llamado “Las Médulas”. Las Médulas fue en su origen una explotación romana de oro a cielo abierto, aunque los pueblos indígenas prerromanos ya habían explotado el yacimiento, bateando las zonas fluviales. Seguramente los romanos empezaron a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto, quien dirigió personalmente la mayor parte de las acciones que entre los años 26 y 19 a. C. conquistaron definitivamente los pueblos del norte de la península Ibérica.

     Plinio el Viejo, que en su juventud fue administrador de las minas, relata que se extraían al año 20.000 libras de oro, si tenemos en cuenta los 250 años de explotación, serían 5.000.000 de libras de oro, es decir, 1.635.000 kg. Según los datos del profesor y arqueólogo Antonio García Bellido, las tierras removidas alcanzan los 500 millones de m³, lo que, calculando un rendimiento medio de 3 gramos por tonelada de tierra, daría como resultado 1.500.000 kg.

Imagen 3. Las Médulas (España). La mina de oro más importante del Imperio romano. Foto © Raúl Ibáñez Fernández (Wikipedia).    

     Otros territorios muy importantes para la extracción fueron Dalmacia, Tracia y Dacia. El oro fue extraído también en Inglaterra en el territorio de la actual Wales. En el período romano existía un comercio desarrollado con Extremo Oriente. Este negocio creaba un desequilibrio, porque los romanos salvo unos pocos commodities industriales como la cerámica, no tenían con qué pagar por la mercancía de lujo y especies producidos en Oriente. Los romanos tenían que pagar con oro y plata y por eso el negocio podía funcionar solamente si los romanos conseguían una cantidad suficiente de estos metales. Cuando la expansión de la producción de oro/plata fue parada, Roma comenzó a tener problemas con la balanza comercial pasiva. Una de las tentativas para mejorar la situación fue el aumento de los impuestos que aún empeoró la situación y redujo el contenido de oro en las monedas que propulsaron una inflación abrupta. Es interesante que hoy día no cambió nada y los problemas en la balanza comercial se resuelven de la misma forma que en la Roma antigua: aumento de impuestos, e impresión de dinero (devaluación del dinero). A pesar de que tenemos un ejemplo obvio que muestra que en la Roma antigua, estas prácticas llevaron el país al desastre.

     Al caer el Imperio romano, mucho oro desapareció de Europa. El oro que quedó fue utilizado para crear objetos únicos, como por ejemplo las joyas de la Corona. Durante el reinado de Carlo Magno fue efectuada una reforma monetaria y la acuñación de las monedas de oro terminó. El medio de intercambio más importante llegó a ser la plata. Las monedas de oro, sin embargo, se utilizaban en las regiones de Europa del Sur, donde hubo contacto con el Imperio bizantino y donde hubo contacto con el mundo árabe.

     En Europa hubo una gran demanda del metal amarillo y a pesar de encontrar nuevos yacimientos después del año 1000 D. C. y llevar cantidades de oro de las cruzadas, no hubo suficiente. Europa tardó unos siglos en pasar a un período diferente. Y este periodo comenzó en la era de los descubrimientos, a principios del siglo XV. Y sobre todo después del descubrimiento del Nuevo Mundo.

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA.

Imagen 4. Mascara del sol. Ecuador.

     Cuando Cortés conquistó México, no encontró mucho oro, ya que para los aztecas eran más valiosas las jadeítas y las nefritas (El medio de intercambio en el Imperio de aztecas fueron los granos de cacao). El hambre por el oro fue saciado en el reino de los Incas. El monumento más reputado fue el jardín de oro (Jardín Sagrado) en Cuzco; Se trataba del templo del dios solar en donde todo fue hecho de oro nativo, las paredes estaban hechas con ladrillados de oro. El conquistador Pizarro en Cajamarca (Perú) prometió al soberano inca Atahualpa la libertad si llenaba una habitación de oro hasta la altura de un hombre normal. Atahualpa habría cumplido su promesa, si Pizarro no hubiera mandado ejecutarlo bajo un falso pretexto antes de que se alcanzara a llenar la habitación. Los indios que llevaban el oro a Cajamarca, dejaron de hacerlo y una gran parte de las joyas fueron ocultadas. Hay muchos buscadores de tesoros que quisieran encontrar este oro oculto. ¿Se oculta en las selvas de Urubamba o está en Ecuador cerca de Quito (la ciudad nativa de Atahualpa)?   

     El oro se encontraba también en otros lugares de Latinoamérica. En Colombia hubo también una riqueza grande de oro. El cacique local, durante las ceremonias, se dejaba cubrir entero en polvo de oro y luego se lavaba en las aguas del lago Guatavita. Quizá esta ceremonia dio orígenes a la leyenda sobre El Dorado.

     Posteriormente se econtraron yacimientos gigantescos de oro también en México y en Bolivia. El oro de Latinoamérica fluía a España, aunque una parte terminó en manos de los piratas ingleses, holandeses y franceses.

     En aquella época hubo una institución muy importante: La Casa de Contratación de Sevilla. Toda la mercancía procedente de América tenía que pasar por esta casa y de todo se pagaba un impuesto del 20% sobre el valor a la Corona española. De 1503 a 1520 entraron en la Casa de Contratación de Sevilla 14.103 kilos de oro y ninguno de plata (783,5 kilos anuales). De 1520 a 1530 el promedio bajó a 488 kilos, en la época del agotamiento de los filones antillanos, previa a los descubrimientos continentales, de Colombia, Chile y Perú. En el siguiente decenio (1531-1540) fueron 14.466 kilos, en el de 1541-1550: 24.957 kg y en 1551-1560: 42.620 kg. Después caen en picado (52.511 entre 1561-1600) y en el siglo XVII continúa bajando vertiginosamente hasta ser secundario con respecto a la plata, aún teniendo en cuenta el fraude que se diera, quizá del 10%. La producción de plata compensó de sobra el descenso del oro, gracias sobre todo a los yacimientos de Perú y Nueva España.       

     La importación española representaba un 40% de toda la producción mundial. Sin embargo, a pesar de las grandes cantidades que los españoles importaron de América, es muy probable que se tratase de menor cantidad que la que extrajeron los romanos en la antigüedad de la provincia de Hispania. La gran cantidad de oro aparecida en Europa trajo consigo un fenómeno que los españoles no esperaban: La inflación. La cantidad de mercancía era igual, mientras que la cantidad de oro subió.  

     En el artículo siguiente echaremos una mirada a la historia moderna del oro y hablaremos sobre las tentativas de su degradación (de la moneda al commodity sin capacidad de intercambio). Últimamente podemos ver que estas tentativas que ocurrieron en el siglo XX. no tuvieron éxito. Solamente utilizando el sentido común, nos debería resultar obvio que no es fácil romper una tradición continua de más de 6000 años cuando el oro gozaba del estatuto de la moneda y del medio de intercambio más importante. Mucha gente que sabe como funciona el sistema monetario actual, pide que el oro sea nuevamente una moneda, para así acabar con el sistema de dinero virtual sin cobertura.